sábado, 5 de diciembre de 2009

Gris

Llevaba tanto tiempo sin pasarme, me acostaba viendo las estrellas dibujadas en el cielo, y me levantaba viendo la claridad del día, ese cielo azul que llena sólo con su azul celeste. La novedad, este giro de 360º, ya no hay ni cielo oscuro, ni estrellas, ni claridad, ni azul celeste, ni dibujos, hoy no hay nada.

Hoy el cielo es gris, sólo tengo que mirar hacia arriba y ver cómo es un cielo de ceniza, cómo llora sobre mi. Pequeñas descargas eléctricas me rodean, formando un círculo, estando yo en el centro, es un cielo eléctrico. Noto como las gotas, aquellas que no me dejan ver más allá de un par de metros, me mojan, se cuelan por cada uno de los hilos de mi ropa, hoy no hay chubasquero, somos la lluvia y yo. Yo, en medio de la tormenta y del tormento.

No es más que la lluvia de mi mente.

3 comentarios:

  1. Las estrellas y la claridad del día siguen estando,detrás de todo ese gris,esperando a que las veas de nuevo cuando sea el momento.

    Sabes que estoy contigo,en el gris,donde sea.

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  2. Tú lo has dicho: no es más que la lluvia que de tu mente.

    El cielo siempre enamora; te roba la concentración..., y los sueños. Se muestra en todo su esplendor y somos nosotros los que, cada día, según nuestro estado de ánimo, le dotamos de esta connotación o de esta otra.
    El cielo siempre es precioso, y siempre está ahí. Es una constante que asegura que todo marcha bien. Cueste verlo más, o menos.-

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